jueves, 13 de octubre de 2011

"Cielo de ovejitas" (Sol de agua)



Terruño. Él se emociona con este tema, su madre también. Yo aprendí a saborear sus ingredientes esenciales: los pagos, los seres sencillos, la tierra, su fuerza, su humildad, el acordeón, la presencia de la naturaleza; los ayeres mitológicos, el futuro tallado. El viaje, el regreso; los años, la sabiduría.

No es melancolía, más bien un homenaje.

Aquí, a las lluvias por venir las anuncia el pronóstico extendido. Llegaran, dice, por la mañana y luego por la tarde, serán puntuales si el tránsito se mantiene regular. Chaparrón, no sé, pero se permiten la palabra chubasco que es mucho mejor.

Por más esfuerzo técnico al servicio de categorías serias, la flora y fauna climática se reproducen en términos melodiosos. Desde precipitación a tempestad, pasando por suave soleada neblina mágica, ventisca que sopla el sur a velocidad mesurable y cielo nublongo marfil.

Como los árboles, son gremios que eligen los nombres más bellos, no así los aderezos.

El clima en los sueños es diferente, las palabras son las mismas pero refieren a fenómenos extravagantes. Va a nevar dijo X soñado y a los pocos minutos empezaron a salir plumas a borbotones de las grietas en las baldosas.